He descubierto que poseo una flexibilidad que podría ser
explotada. En los posturas de ballet me costaba un poco adaptarme a las formas,
sin embargo, nada que con más calentamiento y práctica no se pueda
mejorar. En cuanto al hip hop ocurrió algo similar. También descubrí que mi
estado de ánimo influye mucho en el desenvolvimiento de mi cuerpo. Si estoy de
mal humor es muy probable que no me salgan los pasos.
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